La alfarería de Salvatierra de los Barros como todas las artesanías ha se ha visto obligada a evolucionar, los tiempos así lo han demandado, los cacharros que los alfareros han venido manufacturando tradicionalmente ya no tienen uso práctico, sobre todo la alfarería del agua: botijo, tinajas, vasos ánforas etc., como consecuencia de ello estos artesanos han tenido que optar por fabricar otras piezas más delicadas y sofisticadas, han cambiado sus hornos tradicionales de leña por otros eléctricos o de gas, utilizan para la fabricación y decoración unos líquidos o pinturas que antes nos eran totalmente desconocidos, etc., los tiempos así lo exigen.

Pero a lo que nos queremos referir es que actualmente y como siempre ha sido la mujeres parte imprescindible en el taller del alfarero, es él desde luego, el que hace los cacharros en el torno, podemos decir que es el responsable de la parte primaria de los mismos, pero luego, la mujer es la protagonista principal, son las manos femeninas las que se llevan el trabajo más delicado, como es bañar en los distintos líquidos las piezas que salen del torno, embellecerlas y engalanarlas con delicados y bonitos motivos, proporcionarles en definitiva una serie de cuidados esenciales hasta que lleguen al horno y ofrezcan unas propiedades de acabado para que cuando salgan al mercado nos ofrezcan ese deleite a los ojos por su belleza y primor. Es en resumen una obra de arte como pueden ser las pictóricas o literarias.

En la imagen vemos a una de las mujeres alfareras de Salvatierra de los Barros, Isabel Vázquez dedicada en pleno a la faena de decorar una de estas piezas la que al igual que las demás mujeres de los alfareros dedican muchas horas a este trabajo.

La foto corresponde a uno de los paneles que fueron expuestos en la Feria Internacional del Barro de la edición de 2010 homenajeando a la mujer alfarera.