De nuevo estamos a vueltas con la alfarería y los arrieros y por mucho que nosotros saquemos referencias sobre esta artesanía el tema no se agota pues son infinitos los contenidos que se pueden abordar sobre la alfarería de Salvatierra de los Barros de nuestro pueblo.

Hoy volvemos a hablar de los arrieros para referirnos a que en las diferentes épocas del año tenían que adaptar su sistema de ventas según la demanda de las clientas.

En la época de matanzas el arriero de Salvatierra cargaba su burro para acercarse a los pueblos de Extremadura donde aún perdura la tradición de celebrar las matanzas caseras o domiciliarias como ahora las denominan.

Nuestro arriero lleva las angarillas repletas de orzas, lebrillos y baños de distintos tamaño unos recipientes de barro vidriado que generalmente no eran fabricados en nuestro pueblo, más bien la mayoría procedía de Bailén (Jaén) y eran utilizados generalmente para las distintas faenas que la matanza demandaba como era la clasificación y separación de las distintas carnes del cerdo, el guisado de los chorizos y salchichones y también para la conservación de los productos que el marrano generaba y que se consumían durante el transcurso del año.

Hubo y hay una gran conexión entre los alfareros y arrieros del pueblo, con los de otras localidades como la que mencionamos, La Rambla de Córdoba, etc., donde se abastecían sobre todo de estos productos como es en este caso.