El viajero, está plenamente convencido, de que durante el transcurso de sus paseos por las calles de nuestro pueblo, siempre encontrará alguna cosa nueva que le llame la atención. En esta ocasión, paseaba por la calle del Santísimo Cristo de las Misericordias, y esta reliquia de la arquitectura popular extremeña, se trata de una de esas chimeneas de las que estaban dotadas las antiguas casas del pueblo, que servían para sacar los humos de las candelas que se hacían en aquellas vetustas cocinas, estas lumbres, permanecían encendidas prácticamente las veinticuatro horas del día, sobre todo en invierno.
Al amor de esta lumbre, cuando no conocíamos la televisión, se reunía la familia en las largas tardes invernales, allí todos atentos y recogidos del mal tiempo, los mayores nos contaban historias y sucesos delos que ellos habían sido protagonistas o lo habían sabido a través de sus ancestros; estas historias y cuentos, aún permanecen en la memoria de los de nuestra generación.
De esta chimenea que hoy mostramos, quedan ya pocos ejemplares, la mayoría han desaparecido debido a las reformas que han sufrido la mayoría de las casas, ésta, está casi oculta por el propio tejado, hay que decir que las chimeneas de la época, casi todas eran de grandes proporciones, algunas desproporcionadas para el tamaño del tejado, son reminiscencias de aquellas otras del vecino país luso que introdujo esta moda en el nuestro.