En la foto que hoy presentamos podemos ver la imagen de un arriero de Salvatierra de los Barros vendiendo sus cacharros en una plaza de Barcelona, los cacharros que los artesanos producen en las alfarerías del pueblo.
Hoy nos vamos a trasladar al mes de agosto de 1960, fecha de la que data una nota que hemos leído en los libros de contabilidad de una de estas alfarerías, el asiento corresponde a la composición de una carga de cacharros adquirida por un arriero.
Se le llamaba carga a la totalidad de los cacharros contenidos en una angarilla que es la que lleva sobre sus lomos el burro de la fotografía, lógicamente puede estar compuesta por un número variable de piezas y también de distintas clases de ellas puesto que el arriero confeccionaba la carga en función de las necesidades y la demanda que pudiera tener entre su clientela.
En esta ocasión hemos tomado nota de una de estas cargas que estaba compuesta por: 7 cántaros gordos que adquiría el arriero en la alfarería a63 ptas. unidad; 9 cántaros chicos a 58,50 ptas.; 9 barriles de a jarro a 24 ptas.; 18 barriles de a canaca a 39 ptas. y 24 “buchetas” (huchas) a 26 ptas. Total importe de la carga 210,50 ptas.
Cuando nos ponemos a hacer cálculos viendo estas cantidades nos damos cuenta de la precariedad de la economía y del ímprobo trabajo que suponía vender una carga para obtener unos beneficios exiguos, añadido el sacrificio que suponía andar kilómetros y kilómetros, recorrer calles, pregonar el producto, etc.
Años difíciles aquellos para todos, pero en especial para estos hombres sencillos y duros, mucho les tenemos que agradecer los salvaterreños a estos paisanos nuestros, ellos fueron los que llevaron el nombre de Salvatierra a todos los rincones de España y le dieron fama como pueblo alfarero.
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