Con ocasión de una visita a una de las alfarerías del pueblo, que realizó este viajero, estos días atrás, se fijó en que en un lugar destacado, de su taller tenía el artesano estas dos figuras de barro de la fotografía y modeladas a mano.
A criterio del que esto escribe, sin entender un ápice de arte, considera que las figuras están realizadas de una forma un tanto amorfa, sin líneas definidas, poco estilizadas y hechas de forma básica e ingenua, de bustos prominentes y exagerados, pero dotadas de un gran encanto y hermosura, puede que los más entendidos nos den una detallada y crítica explicación, acerca de las mismas. Este comentarista, las bautizó en el momento, como las “damas de Salvatierra”, puede que sea una presunción por su parte, haciéndose crítico de arte de lo que como antes dice, no entiende un comino.
Por la información facilitada, sabemos que fueron hechas estas dos “damas” hace más de dos décadas, precisamente por el Maestro Alfarero de nuestro pueblo, Luciano Nogales González “Cofata”, que ya no está entre nosotros, este artesano mereció ese título de Maestro Alfarero, que le fue concedido merecidamente por las Autoridades Autonómicas extremeñas pertenecientes al ramo de la Cultura, por sus excelentes dotes, no ya como alfarero, sino también como un gran artista revolucionario del alfar de su tiempo, dotado de gran ingenio y sensibilidad y creador de formas innovadoras en las vasijas que salían de su torno y de sus manos, con las que logró en aquellos momentos darle un auge nuevo a la alfarería de Salvatierra de los Barros de aquellos años, la que se encontraba en cierta forma anquilosada y sujeta sola y exclusivamente, a la fabricación clásica de los primeros tiempos y con pocas variaciones.