Todos los del pueblo lo sabemos, y el viajero ha hecho referencia a ello en distintas ocasiones, de que la Ermita de la Inmaculada Concepción de Salvatierra de los Barros que se encuentra en la llamada calle de la Virgen en pleno corazón del pueblo, es pequeña y recoleta, de paredes blancas y muy limpias y que del cuidado de este pequeño Templo se encargan las Hijas de María, que se reparten el trabajo rigurosamente por meses.

Existen pocos datos sobre los antecedentes de esta Ermita, no obstante, se sabe que puede ser originaria del S. XVII y que sus fundadores pudieran ser el matrimonio compuesto por Francisco de Aguilar y su esposa María de Aguilar.

Fue erigida en una casa solariega como convento donde moraron monjas de la Orden Tercera de San Francisco de Asís, que fueron dirigidas por los padres franciscanos, que tenían su residencia en el antiguo convento de Santa María de Jesús, del que hoy sólo quedan sus venerables ruinas, el convento que se encuentran en la parte del sur del castillo, a las laderas de la Sierra de los Helechales.

En la grada de entrada a la sacristía de la Ermita de la Virgen, encontramos esta lápida funeraria que aparece en la foto, en ella se puede leer de forma abreviada lo siguiente: “Aquí yacen Francisco de Aguilar y María de Aguilar, su mujer, indignos siervos de Ntro. Señor. Año de 1648 o 1658”.

En esta lápida queda reflejado un pequeño retazo de nuestra historia y de nuestro pueblo de Salvatierra de los Barros.