Es muy agradable y gratificante, pasear durante esas fresca mañanas del verano por las calles del pueblo, durante el paseo, entablamos conversación con los vecinos con los que nos tropezamos, a la par que nos encontraremos con motivos agradables que nos sorprenderán en nuestro derredor, y nos obligarán a detenernos para contemplarlas, y si vamos provistos de la cámara fotográfica, podremos aprovechar para dejarlas plasmadas gráficamente.

En esta ocasión al viajero le llama la atención esta ventana, pertenece a una casa a que se encuentra al final de la calle González Naharro, su dueña la tiene bellamente adornada con estas macetas repletas de flores, que le dan un aspecto como de casa andaluza, lo que se complementa con esa pintura de colorido alegre que le ha sabido imprimir a la fachada de dicha vivienda.

Nosotros, los extremeños del sur, somos primos hermanos (eso dicen) de los andaluces, y la verdad es, que tenemos muchísimas coincidencias en nuestros gustos, como son los bailes y cantes, además de nuestro acento y precisamente en este gusto de las macetas, a decir verdad las macetas, las cuidan más las amas de casas, dentro de sus hogares y las exponen menos en ventanas o balcones, algo que se debería de potenciar.