Otro salvaterreño que goza de popularidad en el pueblo es NICOLAS MORALES BERMEJO, al que todos conocen por Emilio Morales, la verdad es que pocos son los que se dirigen a él por Nicolás, no saben que se llama así.
Nació Emilio Morales, en Salvatierra de los Barros hace 62 años, en el seno de una familia tradicionalmente alfarera, en la calle La Parra, donde aún sigue el taller alfarero de sus padres, donde él estuvo trabajando y ahora regentado por un hijo suyo.
Emilio tuvo como maestro de escuela a don Antonio Jiménez y como muchos niños de la época, tuvo que dejar la enseñanza, para integrarse en la alfarería de su padre, con su progenitor comenzó su andadura alfarera, sólo contaba 10 años de edad, eso sí tuvo buenos maestros además de a su padre, a Cabecita, Juan Guisado, Juan el del Matadero y otros alfareros señeros de los que guarda muy buenos y agradables recuerdos.
Siempre permaneció en el pueblo dedicado a su oficio, por suerte no tuvo que salir a vender cacharros fuera, los que él hacía se los compraban los cacharreros y que luego en verano los venderían los arrieros de estos cacharreros por esos pueblos de España. Ha salido a vender después de jubilado, acompañando a su hijo Juan Diego que es su sucesor, con el objeto de ayudarle en la venta en las ferias y exposiciones, son los cacharros que su mismo hijo hace, ahora en los tiempos actuales, estos son los “modernos arrieros”, que tienen que vender ellos los cacharros que fabrican.
Emilio es una persona tranquila, afable, buen conversador y muy popular en el pueblo, es por ello que lo hemos considerado como una “persona singular” de Salvatierra de los Barros.