El viajero tiene tiempo libre durante los meses de verano, su entretenimiento no es otro que pasear por el pueblo y fijarse en los detalles, en esta ocasión se ha dado una vuelta por el mercadillo, en nuestro pueblo se celebra los miércoles y los sábados, a él acuden numerosos vendedores ambulantes, especialmente en las fechas previas a las fiestas.
Esta fotografía fue hecha antes de la celebración de las ferias y fiestas de Santo Domingo de Guzmán, que aquí en el pueblo comienzan a primeros Agosto, los vendedores ojo avizor, traen sus artículos aprovechando que las mujeres compran prendas de vestir para las fiestas.
El viajero no tiene nada que comprar, sólo deambular por los tenderetes, se para en este puesto y comprueba que los artículos que aquí se ofrecen no son apropiados para él, no obstante, le gusta mirar y le gusta la buena disposición de los artículos que vende y ofrece a sus clientas. El viajero ante tanta perfección en la colocación de las prendas, piensa que muchos “Cortes Ingleses” y “Galerías Preciados”, “Zaras” o “Mangos”, quisieran ofrecer un escaparate tan llamativo como éste.
El viajero curioso le pregunta al comerciante si la instalación del puesto y su posterior recogida le lleva mucho tiempo y le contesta que media hora aproximadamente en instalarlo y otra media en retirarlo, todo eso a pesar de la infinidad de prendas que tiene expuestas.