La fotografía nos muestra la desvencijada y vieja puerta de que otrora fuera una fragua, estaba situada en la calle El Coso de nuestro pueblo Salvatierra de los Barros; hoy se encuentra cerrada y sin ninguna clase de actividad.
Esta fragua perteneció a los hermanos Rubio Alvarado: Remigio, Ricardo, Cayetano y Fernanduco, todos ellos nos han dejado, los tres primeros marcharon en los años sesenta a Bilbao, en busca de otros horizontes y el más pequeño Fernanduco nunca salió del pueblo.
En la fotografía se muestra la entrada al taller, es de madera y en ella han quedado impresas de forma indeleble las pruebas que realizaban estos herreros con los hierros candentes que ellos fabricaban y que los ganaderos utilizaban para marcar o señalar su ganado y caballerías, son letras, números y signos.
Era esta fragua una de las de antaño dotada de yunque donde se moldeaba y se le daba forma al hierro calentado al rojo vivo en el negro fogón que era alimentado con carbón mineral que era logrando ponerlo en estado incandescente soplando mediante dos grandes fuelles.
En este taller el herrero se arreglaba las vertederas y los formones para los arados y vertederas y se recomponían las demás herramientas que los labradores utilizaban en las distintas faenas del campo como eran las azadas, hoces, escardillos…, ya desgastados por el constante uso; también la fragua era un lugar de encuentro de los obreros del campo, en especial durante aquellos días en que la lluvia les impedía la salida al campo, estampa ya desaparecidas para siempre y que añoramos; hubo un dicho que decía: “día de agua, día de taberna o fragua”.
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