En la parte sur de las laderas del Castillo que fuera de los Suárez de Figueroa se encuentran las ruinas del convento de los padres franciscanos. De este convento llamado de Santa María de Jesús se ha escrito amplia y detalladamente, sabemos que los Señores del Castillo de Salvatierra de los Barros, Hernán Gómez de Solís y su esposa D.ª Beatriz Manuel de Figueroa, hermana del Conde de Feria Don Lorenzo de Figueroa fueron los fundadores del mismo allá por el año 1507; Fray Pedro de Melgar y otros clérigos de la Orden de San Francisco de Asís a cuya Orden estaban muy unidos los Señores de Salvatierra, fueron los que fundaron el convento y lo entregaron a los primeros franciscanos que lo ocuparon.

En el Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura de 1791, un texto al que tenemos que recurrir con frecuencia puesto que nos habla mucho de nuestro pueblo, encontramos referencias a este edifico monacal en el informe facilitado por el Ayuntamiento a Don Juan de Iguanzo,  Oydor de dicha Real Audiencia, decía así: ““… extramuros de esta vª, a cosa de medio cuarto de legua de distancia, hay un combento de religiosos franciscanos Descalzos de la Prvª de S. Gabriel, con la advocación de Sta. Maria de Jesus, compuesto de nuebe sacerdotes incluso el Guardia, quatro Coristas, tres legos y tres Donados, los quales de mantienende Limosnas  unicamente, que no enseñan publica ni privadamente y no hay otro combento alguno…”

Durante el reinado de Fernando VII y en el llamado Trienio Liberal (1820-1823), con la puesta en vigor de las leyes de desaparición de monacales, el 10 de junio de 1821, se firma el decreto del cese del convento de Santa María de Jesús de Salvatierra de los Barros, los pocos religiosos que quedaban en este edificio religioso pasaron al convento de Rocamador de Almendral y muy próximo a Barcarrota.

En la foto mostramos una vista parcial de lo que fue la iglesia del convento.