Salvatierra de los Barros es un pueblo inminentemente agrícola y ganadero, más bien ganadero, al igual que muchos pueblos de la provincia de Badajoz enclavados en pleno corazón de la Dehesa Extremeña. Las bellotas de las encinas y alcornoques sirven de alimento a muchos cerdos que por aquí se crían de los que extraemos esos jamones de pezuña negra, “ibéricos” les llaman y que tan exquisitos son;  pero Salvatierra de los Barros nuestro pueblo es también un pueblo ALFARERO, de ahí viene su apellido de los Barros, casi mundialmente conocido  gracias a sus arrieros que llevaron los cacharros que los alfareros hacen en sus alfares por toda España y allende los mares.

Hoy hemos sacado del álbum fotográfico esta perspectiva de uno de los innumerables barreros o yacimientos de los que los alfareros extraen su materia prima, un barro colorao que junto con otras arcillas y tras “colarlo” según el argot alfarero, que no es otra cosa que un proceso que llevan a cabo para ligarlo con otras arcillas logran formar una mezcla o conglomerado con el que fabrican las distintas vasijas que otrora principalmente se utilizaban para su uso cotidiano en los hogares.

El barrero que mostramos se encuentra concretamente en el paraje que llamamos “Los Prados” a la vera del castillo.

De la alfarería a través del tiempo se ha escrito mucho y aunque este comentarista no entienda de estas cosas, quiere dejar por simple curiosidad constancia del resultado de los análisis realizados al llamado “barro fuerte” una de las variedades de arcilla de Salvatierra de los Barros y uno de los componentes de la mezcla de barros a que antes hacíamos mención; este es el resultado: FE (Hierro) 85; Ca (Calcio) 3; Al (Alúmina) 80; Si (Silício) 90; Mg (Magnesio) 90; Mn (Manganeso) 50; V (Vanadio) 10; Ti (Titanio) 80; Na (Sodio) 3; Cu (Cobre) 55.