Hoy nos vamos a referir a nuestro Castillo, esa imponente mole que desde lo alto de la Sierra de los Helechales donde se encuentra situado permanece vigilando el pueblo de Salvatierra de los Barros, allí se mantiene a pesar de los muchos años transcurridos desde su edificación y también del poco cuidado y atención que le hemos prestado; el Castillo ha través de la Historia ha tenido muchos achaques y sobre su actual conservación debemos dar las gracias a que hace varios años lo compró un matrimonio inglés y puede que por esta causa aún permanezca en pie para orgullo de los salvaterreños aunque no podamos visitarlo por su carácter de propiedad privada.
La insigne poetisa y escritora de Almendralejo Carolina Coronado, nacida en 1823 y fallecida en 1911, en su novela “Jarilla” sitúa al Marqués de Santillana en nuestro Castillo, también hace mención en esta novela a las fincas de “La Jarilla” de nuestro término y a la de “El Regio” y Risco Barbellido ambos del de Salvaleón.
Por lo que respecta al Castillo, hemos extraído de dicha obra literaria este párrafo en el que los habitantes de Salvatierra del siglo XIX no salen muy bien parados: “Allá en una sierra sobre un pueblo donde se fabrican búcaros de rojo barro, se alza todavía el castillo de prestaron los godos a los árabes para hospedaje de siete siglos” –más adelante continúa-: “Sólo me he detenido un instante a contemplar el presente Castillo de Salvatierra para lanzar una anatema sobre los que a duro pico socavan los cimientos de sus hermosas torres para construir en el pueblo sus pequeñas casas. Cuando hallé a aquellos hombres despedazando las piedras que no pueden arrancar, parecíame ver por aquel campo una turba de hambriento perros, desgarrando las presas de un viejo caballo que no ha expirado todavía”.
Los supuestos lectores de este comentario sacaran en consecuencia lo conveniente.
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