Todos los vecinos sabemos que años atrás la Ermita de los Santos Mártires San Sebastián y San Fabián de nuestro pueblo Salvatierra de los Barros, edificio religioso correspondiente a la arquitectura popular de finales del S. XVI., situada a la entrada de la localidad en la carretera de Salvaleón, se encontraba en un deplorable estado de conservación amenazando ruina total, la cual era propiedad del Arzobispado de Mérida quien la cedió en su día a nuestro Ayuntamiento después de llevar a cabo los oportunos trámites de desacralización de la misma. Dicho Centro Municipal llevó a cabo obras muy importantes para su total restauración consiguiendo que este edificio tan emblemático no se haya venido abajo y darle el correspondiente realce y prestancia.

En el interior de la única nave de la que consta esta ermita, para separar el presbiterio o lugar del culto del resto de la parte correspondiente destinada a los fieles existía una hermosa verja de hierro, costumbre que fue introducida en muchos templos.

Allá por el año 1971, el cura párroco Don Pedro Molina Villarejo que por entonces regía los destinos de la Iglesia Parroquial del Señor San Blas, solicitó los permisos oportunos al Obispado para  la retirada de la verja dada su ineficacia y una vez obtenidos fue trasladada a la Ermita del Santísimo Cristo de las Misericordias que es la que actualmente se encuentra unida a la hermosa verja que franquea el acceso a la Ermita; ambas juntas ofrecen una hermosa estampa que embellece aún más el Santuario.

Puede que muchos de nuestros jóvenes desconozcan estos detalles, que aunque no sean importantes sí que sirven para conocer aún más el  acervo cultural de  nuestro pueblo.