El viajero en uno de esos paseos matutinos que realiza por el término de nuestro pueblo, ha venido observando que en un alcornocal no distante muy distante, se hallaba una cuadrilla de sacadores de corcho, dedicados a la tarea de extraer de los alcornoques grandes planchas de corcho, que es la corteza que reviste a estos árboles, de Zahinos le dijeron que eran, un pueblo que se encuentra ubicado en la Comarca de la Sierra Sur, donde está integrado el nuestro Salvatierra de los Barros.
Ese día el viajero no se llevó la cámara fotográfica, por lo tanto, no pudo captar esa imagen tan interesante que tenía delante de los ojos, se la llevó al día siguiente, pero su gozo se quedó en un pozo, puesto que debido a los fuertes calores que venimos padeciendo en la zona, el corcho no “se daba” como se dice en el argot de estos especialistas, es decir, las planchas de corcho por carencia de humedad no se despegan del árbol con facilidad, con el consiguiente peligro de que al sacarlo puede que se le se le produzca daño al árbol y a las mismas planchas que se rompen y deterioran.
Ese día precisamente dieron por finalizada la saca del corcho en la finca por los motivos apuntados, posponiéndola hasta el año siguiente.
Los descorchadores dejaron su impronta en estos alcornoques ya desnudos, sin su corteza de protección, así permanecerán hasta que vuelvan a revestirse poco a poco, pasados nueve años volverán los descorchadores a extraerles esta preciada materia, que tiene muchas aplicaciones para la fabricación de tapones para las botellas del vino, en la confección, libros, calzados, etc. etc.
22 de julio de 2015