En esta ocasión tenemos la oportunidad de mostrar un detalle de uno de los hornos que utilizan en Salvatierra de los Barros sus alfareros para cocer los cacharros que ellos mismos fabrican en el torno. En la fotografía podemos ver que el horno aún no está lleno, el alfarero con minuciosidad va rellenando todos los espacios del mismo con las vasijas hasta ocupar todos los resquicios.
Los hornos “cubiertos” de los alfareros de Salvatierra, son distintos a los del resto de la Peninsula, estos carecen de orificio de tiro en la parte superior de su bóveda que es completamente cerrada.
Someramente vamos a detallar sus partes mas importantes: la inferior llamada “caldera”, es el lugar donde se encuentra el fuego, la leña se introduce en este lugar por la llamada “boca del horno”. La cámara superior que es la que se muestra en la foto es de forma circular y de unas dimensiones aproximadas de 2 m. de alto por 1,5 m. de diámetro. Su suelo va agujerado y allí el alfarero “enjorna” los cacharros para cocerlos. La puerta de esta cámara durante la cocción se mantiene tapada con adobes o ladrillos. El tiraje se realiza por la parte superior de esta pared que no se tapa totalmente. La loza “bruñía” (bruñida) o “colorá” tarda en cocer de 18 a 20 horas; la loza esmaltada o “vedriá” alrededor de 24 horas. La loza referida en primer lugar necesita una temperatura de unos 900ºC, la vidriada 1050ºC.. Los alfareros calculan estas temperaturas a ojo observando constantemente el color de las vasijas y cuando llegan a un color incandescente el otro está terminando, luego, de una forma paulatina va aminorando el fuego para bajar la temperatura del mismo.
Mucho cuidado debe de tener el alfarero en esta faena que es sumamenteo delicada y primordial para que su trabajo adquiera la calidad y belleza oportunas.
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