Hoy hemos sacado esta entrañable fotografía que data de hace ya muchos años, en la que vemos un nutrido grupo de alfareros de Salvatierra de los Barros nuestro pueblo, la imagen ha sido captada en uno de los numerosos barreros existentes en nuestro término municipal, un lugar idóneo y representativo de esta industria.
Aunque los alfareros de Salvatierra por su idiosincrasia han sido un tanto autónomos en cuanto a su organización personal, hemos de confesar que siempre y hasta hace poco, esta industria o artesanía ha venido sufriendo grandes reveses por la precariedad del sector en cuanto a asistencia técnica, condiciones de trabajo, falta de incentivos, aislamiento, antigüedad de los sistemas de comercialización, etc.
Hubo un tiempo en que algunos, no todos, los alfareros se unieron en cooperativa, su duración fue efímera por distintas causas que no es momento de enumerar.
Pero no es de ahora esta problemática general del sector puesto que los alcaldes ordinarios de nuestro pueblo don Bartolomé de la Barrera y D. Fernando Méndez Bachiller, se hicieron eco de ello y se preocuparon de los problemas económicos a que hacemos referencia; en el informe que emiten a las preguntas del Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura de 1791 piden la ayuda y protección de S. M. El Rey Carlos IV para la alfarería refiriéndose a ésta como “fábrica” y como “fabricantes” a los alfareros:
(…) Siendo pues constante todo lo que ha expuesto, sólo se aspira a que los fabricantes logren por premio de su aplicación la Real protección de Su Magestad (que Dios guarde), para que de este modo animados se consiga la perpetuidad y proporción de que con mayor esfuerzo se dediquen estos moradores, a promober sobstener y adelantar la mencionada fábrica, sin llegar a conseguir tan imponderable honor, no hay duda de que serán mucho mayores las ventajas, y podrá apellidarse en pueblo feliz en todo, siempre que se digne nuestro soberano rey y señor concederles la gracia de admitir vajo su real protección la citada fábrica, como lo está otras varias del reyno, concediéndoles las exenciones, privilegios y prerrogativas que son anejas…”
Hoy a pesar de los grandes problemas que sufrimos la alfarería está renaciendo debido a ciertas ayudas de la administración a nivel autonómico aunque éstas sean mínimas y también a una mejor demanda de las lozas por parte del turismo nacional y extranjero el que busca estos productos más como elementos decorativos que como útiles para su uso en el hogar.
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