Salvatierra de los Barros nuestro pueblo, puede presumir de muchas cosas: de su Castillo vigilante perpetuo de la localidad situado muy cerca de ella,  de sus antiguas ermitas cargadas de historia extramuros de la localidad como son la de Santa Lucía, la de Entrambasaguas, la de los Mártires, ésta recientemente restaurada o el convento Franciscano de Santa María de Jesús del siglo XV muy vinculado al Castillo.

Dentro del pueblo tenemos las Ermitas de la Inmaculada Concepción y del Santísimo Cristo de las Misericordias, su Iglesia dedicada al Mártir Señor San Blas también del S. XV.; tenemos además las Rutas Verdes que discurren por paisajes paradisíacos y nuestra inmensa dehesa de encinas y alcornoques donde se crían los cerdos ibéricos que producen sus derivados de jamón de pata negra y chorizos y salchichones.

Además de todo esto tenemos la ALFARERIA, seña e identidad de este pueblo que se apellida de los Barros precisamente por ese barro encarnado que se encuentra en su término con el que el alfarero fabrica sus cacharros que son conocidos en toda España y que los arrieros en tiempos pretéritos vendieron en Europa y allende los mares.

Salvatierra puede presumir además de ser el pueblo con mayor número de alfarerías activas en la actualidad y es por eso por lo que hoy sacamos el anagrama de esta industria que advierte al viajero al entrar que se halla en un pueblo alfarero.

El viajero cuando recorra las calles del pueblo encontrará este símbolo que reproducimos en la fotografía en las fachadas de todas aquellas casas donde hay una alfarería, le a viajero invitamos a que entre en ella pues con toda certeza el alfarero con su carácter afable  y sencillo le abrirá las puertas de par en par, le mostrará su taller, le hará una demostración de su trabajo y hasta le invitará a una copa del bueno vino tinto o blanco de pitarra que aquí se hace; luego puede pasarse por el Museo del Barro donde conocerá detalladamente toda la Historia de la Alfarería desde sus comienzo hasta los tiempos actuales.