Cogiendo el camino que los de aquí llamamos de “La Jara”, que comienza mismamente en las traseras del Cementerio Viejo, podemos disfrutar mientras recorremos este camino y damos un sosegado paseo de un hermoso paisaje y un dilatado campo que nos mostrará nuestra extensa dehesa: “El Pico, La Jarilla, El Torviscal, los cercanos pueblos de Nogales con su castillo y el pantano, Torre de Miguel Sesmero, Almendral, la Sierra de Monsalud, y muchísimos otros detalles que se hacen más placenteros sobre todo en primavera cuando el campo nos muestra su verde esmeralda.
Al llegar a la confluencia de caminos, el propio de la Jara, el Torviscal y La Jarilla, en ese lugar estratégico se encuentra el Pilar que llamamos del Barrero el que toma este nombre debido a que en sus inmediaciones se encuentran uno esos yacimientos de arcilla que los de Salvatierra de los Barros llamamos “barreros”, de ellos a fuerza de piuco y pala nuestros alfareros arrancan de sus entrañas la materia prima que utilizan para la fabricación de sus cacharros.
En otros tiempos este camino era mucho más transitado por los hombres del campo que conducían sus acémilas hasta el tajo y también por otros muchos trajinantes y arrieros que por aquí cortaban para llegar o atravesar el vecino pueblo de Nogales que le ponía en comunicación con la Tierra de Barros o Badajoz.
Hoy el Pilar del Barrero ha quedado en el lugar de forma testimonial, pocos o ningún solípedo abreva en él, puesto que las personas que transitan por el mismo lo hacen con sus vehículos, eso sí, algún que otro caminante amante de la Naturaleza que por allí pasea sacia su sed con su agua saludable.
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