El 28 de mayo de 2014, este viajero comentaba lo siguiente:
Con motivo de la inminente celebración de la XX Feria de la Alfarería y el Barro, a celebrar durante tres días consecutivos en nuestro pueblo, cuya feria comienza el día 30 de este mes y finaliza el 1 de junio, evento que llevarán a cabo entre los alfareros de nuestro pueblo y los de San Pedro de Corval (Portugal) y a la que asiste un numeroso grupo de artesanos del barro procedente de distintos puntos de España, para referirnos a la feria, el viajero ha recurrido a esta antigua fotografía, que ha sido rescatada de un periódico de finales del siglo XIX.
En la fotografía aparece un joven arriero, que ha llevado los cacharros que los alfareros de nuestro pueblo fabrican en sus alfares, nada más ni nada menos, que a París la capital de Francia.
Una odisea en aquellos tiempos, puesto que para llegar a un punto tan lejano el arriero lo hacía a pie, acompañado de su burro cargado con las angarillas, donde transporta las vasijas que ofrecía a los franceses.
Los galos era ajenos totalmente al uso del botijo, no conocían este cacharro de barro, por ello, los arrieros tuvieron que ingeniárselas para superar las dificultades del idioma y hacerse entender, para explicarles a los franceses, la tradición del uso del botijo, no obstante, para que comprendieran mejor, utilizaron carteles que cuyo texto era escrito en idioma francés que les escribía algún que otro español allí residente, a los que les pedían el favor, cuando se acercaban al arriero, al sentir curiosidad ante su presencia, entablando enseguida conversación con ellos.
Estos arrieros, en aquellos tiempos no se les pasaría por su imaginación que ahora, en el siglo XXI, los “arrieros” actuales sean los mismos alfareros y el sistema de venta se efectúe en exposiciones como esta de Salvatierra y otras de iguales características. Ya no hace falta ni el burro ni las angarillas, ni pasar penalidades andando durante todo el día y ofrecer los cacharros voceando con sus pregones por las calles del pueblo.
Con motivo de esta Feria, aprovechamos para dedicarles nuestro cariñoso recuerdo, admiración y este pequeño homenaje a nuestros arrieros que son y lo han sido, puesto que a criterio del viajero, los arrieros fueron los que dieron fama a los cacharros de Salvatierra de los Barros y a nuestro pueblo.
Lo reitero: ellos se merecen un monumento al igual que lo tienen los alfareros.