AGUSTÍN MONJE VÁZQUEZ, al que todos conocíamos por “Pitín”, era un alfarero de Salvatierra de los Barros que nació en la calle El Cañito, donde su padre el señó Manolo El Sandalio, tenía instalada su alfarería. Agustín siguió los pasos de su padre y aprendió a alfarero, en esa calle ejerció su profesión; luego, cuando se casó, se instaló en la vecina localidad de La Parra, donde puso su alfarería, concretamente a la entrada a la localidad a la izquierda según llegamos, algo novedoso e inusual en ese pueblo que no tiene antecedente alguno de alfareros, allí continuó con el oficio hasta que se fue de entre nosotros tras sufrir una penosa enfermedad.
Con motivo de la celebración de la exposición que realizaron los “amigos de Salvatierra”, en homenaje a los alfareros fallecidos y jubilados hace unos años, el que esto escribe tomó esta fotografía en la que se nos muestra un gallo salido de las manos de Agustín y su lado una fotografía de nuestro personaje.
A criterio del comentarista el gallo es bonito, tiene un colorido alegre y está muy bien conseguido, asimismo cree que muy bien pudiera enmarcarse dentro de ese arte pictórico naíf por la ingenuidad y por la forma espontánea y natural que le ha imprimido el creador a su obra, y con reminiscencias portuguesas, algo que no es de extrañar puesto que lo llevan consigo por ser connatural en todos los alfareros de Salvatierra.
29 de abril de 2015