El viajero saca a la luz esta fotografía a pesar de considerar que no es de buena calidad, ya que procede de un recorte de prensa, pero por su curiosidad le parece oportuno que debe llegar a todos.

Para los de la edad del viajero, no les sorprenderá esta imagen, puesto que permanecerá inalterable en la retina de todos; como decimos la imagen la hemos visto y la hemos vivido infinidades de veces, pero es bueno recordarla.

El viajero, cree que será interesante para los más jóvenes y para aquellos otros que desconocen que antes, en aquellos años, había que proveerse de agua en la fuente de la Plaza de España.

El preciado líquido lo acarreaban las mujeres con cántaros, aunque también lo hacían los hombres con el burro y unas aguaderas. En aquellos años, la inmensa mayoría de las casas del pueblo carecían de grifos, no teníamos abastecimiento público de agua en los hogares, si acaso un pozo cuya agua se utilizaba para lavar y fregar.

La imagen es atractiva, al fondo el edificio del Ayuntamiento y bajando por el centro de la calle Corta hacia el Atrio, vemos a una paisana nuestra cargada con sus cántaros, al lado una niña que también coopera en la labor con sus pequeños cántaros.

 6 de febrero de 2015