Este viajero lleva residiendo en Zafra desde hace dos décadas, arribó a la misma al haber sido destinado como Comandante del Puesto de la Guardia Civil, en Zafra le llegó la hora de la jubilación y por consenso familiar decidió quedarse a residir en esta bonita ciudad.

Pero sus raíces están en Salvatierra de los Barros, su pueblo, ineludiblemente y desde siempre cuando por motivos profesionales estaba fuera del pueblo, hacía una o dos visita anuales, luego, tras la jubilación la ha frecuentado más y ahora que no tiene dedicación alguna, se pasa temporadas en el pueblo, allí se reúne con los suyos que son todos sus paisanos, pasea por sus calles y confraterniza y así lo hará hasta que Dios le dé fuerzas.

El motivo de sacar a colación estas intimidades, se deben a la fotografía que hoy ilustran estas palabras, está hecha desde el llamado Puente Aragón de Zafra, situado en un montículo desde el cual se divisa Salvatierra de los Barros, en primer plano, vemos una vista parcial del casco urbano de Zafra, donde destaca la torre del campanario de la antiguo Convento de San Francisco de los franciscanos descalzos, del que sólo se conserva esa torre; al fondo las sierras azuladas y en el promontorio de la sierra de los Helechales “nuestro” Castillo de los Suárez de Figueroa y en la falda casi oculto, nuestro pueblo.

El viajero acostumbra a pasear a diario y en su itinerario siempre que pasa por este lugar no puede evitar echar una mirada y desde la lejanía saludar al pueblo y a sus paisanos.

11 de febrero de 2015