En Salvatierra de los Barros todo el mundo conoce a esta perrita podenca, es un componente más de mi familia y la llaman por su nombre: “Amelita”, aunque el suyo verdadero sea “Amelí”, en Zafra donde resido, es también popular ya que me acompaña casi siempre excepto a aquellos lugares a los que estos animales no les permiten la entrada, en fin…
Me la dieron los de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Zafra “el refugio de Brown”, ellos la encontraron abandonada con otros siete hermanos en una escombrera.
Estos perros podencos son cazadores por naturaleza, pero conmigo lo único que caza es lo que le pongo en el plato, se debe a que uno no es cazador y no le ha entrenado ni enseñado a practicar el deporte cinegético, no obstante ella lo lleva en sus genes, cuando sale al campo está pendiente de cualquier movimiento y persigue a cualquier pajarillo, alguno ha cazado pero poco más.
Es muy viva y nerviosa aunque ya a fuerza del tiempo que lleva con uno ha cambiado, es un animal de compañía, no se separa de mí, es mi amiga, renuncio a decir que es mi mascota, eso me suena a sombrero flexible como dice el diccionario, es muy cariñosa y obediente y me da mucha compañía, decir por último que muchas señoras especialmente de aquí de Zafra me dicen que tiene unos ojos muy bonitos, eso me satisface.
Vosotros diréis que estaré medio caduco y os preguntaréis que para qué he sacado a “Amelita” en estas páginas, la verdad es que no lo sé, será porque la mayoría sacamos las fotos de la familia y como esta perrina es como si lo fuera… pues eso.
12 de febrero de 2015