En esta ocasión el viajero se encontraba en una de esas antiguas alfarerías de nuestro pueblo y se percata de que el viejo alfarero, tiene una pequeña exposición de aquellos cacharros que una vez hizo y se quedaron sin vender, desde luego, son muy pocos…, este hombre era un excelente artesano y dada la calidad de sus cacharros, tuvo la suerte de no quedarle ningún stock en su obrador al pasar a la jubilación.
El viajero se fija en el cántaro que hoy ilustra esta intervención, es de barro, pero hecho con una gran similitud a los de hojalata, dado la pintura metalizada que le han aplicado se asemeja perfectamente a aquellos que se usaban en los hogares, bien para la leche o quizás mejor para el aceite.
Son palabras de Jose Ángel Calero que dice que: “una característica fundamental de la alfarería de Salvatierra de los Barros es la creatividad, que unida a la habilidad, la experiencia y los conocimientos sedimentados, nos permiten calificar a los alfareros como verdaderos artesanos-artistas”.
Hacemos referencia a estas palabras, al indicarle el alfarero que cuando la “alfarería del agua” desapareció, tuvieron que innovarse y realizar piezas que por entonces eran un tanto extrañas en el alfar salvaterreño, sobre todo para los viejos alfareros; luego se fueron adaptando a las demandas de los nuevos tiempos y hoy gracias a ello, en Salvatierra esa creatividad es manifiesta, contamos con un plantel de estupendos artistas en este campo.
26 de febrero de 2015