El viajero tiene interés en hacer llegar a todos aquellos interesados en los temas y cosas de nuestro pueblo, hoy referido a la alfarería, para ello saca para su contemplación, otra de las piezas que fueron rescatadas del tejado de la Iglesia Parroquial del Mártir Señor San Blas, con motivo de las obras que se realizaron en su día, para la restauración de sus bóvedas que se hallaban en lamentable estado.

La pieza que se muestra, como se puede apreciar se trata de un puchero, que junto con otras piezas sirvieron de relleno de las bóvedas para aliviarlas de peso. Fue una buena determinación la que llevaron a cabo los albañiles del siglo XVI fecha de ejecución de la fábrica de la Iglesia.

En un pueblo como el nuestro, alfarero por tradición, no les costaría mucho a los alarifes recabar entre los vecinos las piezas que se ha recuperado, que fueron muy numerosa, todas ellas son de “magullo” (piezas inservibles y en desuso por su mal estado), el puchero difiere poco de los de la época, quizás tenga la boca más ancha que los actuales, apreciándose perfectamente, que tuvo bastante uso durante su época de vida, dado el ennegrecimiento que el humo de la candela ha imprimido en él. Más de 500 años tiene esta reliquia, los mismos que nos separan del alfarero que lo hizo en su día en su torno de palo.

12 de marzo de 2015