El viajero se ha colado en una de las casas del pueblo, sorprende al ama de casa en la cocina preparando un pisto, el pisto era uno de esos platos veraniegos de la dieta mediterránea que cocinado con paciencia y tranquilidad, dejando que sus ingredientes reposen y se hagan paulatinamente, resulta uno de los platos favoritos de la época veranieg,a apto para las bocas de gusto más selecto y refinado.
El pisto se obtiene como se sabe, con la combinación de varias clases de verduras que produce la huerta durante estos meses de verano, resulta una comida sana con muchos nutrientes al alcance de todos, durante esta época son muchos los vecinos que cultivan sus pequeños huertos y obtienen en cantidad tomates, berenjenas, cebollas, calabacines, ajos, etc., etc. gracias a ello el coste es bastante económico.
En las tertulias vespertinas en las terrazas, mientras se toma café, se suscitan las conversaciones al respecto, todos presumen de tener las mejores hortalizas en su huerto, por ejemplo: tomates de más de un kilo, calabazas de dos arrobas, sandias y melones descomunales…, y es tanta la producción, que muchos de ellos surten a sus vecinos de estos productos, ante la imposibilidad de consumirlos los componentes de su familia, eso sí, les queda la satisfacción de presumir que es de producción propia.
Para aquellos otros que no cultivan nada, tienen la opción de proveerse de todas estas hortalizas a precios relativamente bajos en los mercadillos de los jueves y sábados, que se lleva a cabo en la Plaza del Matadero de nuestro pueblo.
Este plato vegetariano es comúnmente conocido por pisto manchego pero que está presente en todo el territorio español cocinado con los mismos ingredientes, se le conoce simplemente como pisto.
21 de julio de 2015