En los albores del día, el viajero contempla la espadaña de la antigua Ermita de los Mártires San Sebastián y San Fabián de nuestro pueblo, a la espadaña le da los primeros rayos del sol y al viajero se le antoja una estampa bonita.
Esta antigua Ermita como todos sabemos, pertenece a la arquitectura religiosa de finales del XVI, fue propiedad del Arzobispado de Mérida-Badajoz y en los aledaños de la misma se encontraba el cementerio católico de nuestro pueblo que estuvo activo hasta los primeros años de la década de los sesenta.
El edificio fue desacralizado y cedido por el Arzobispado al Ayuntamiento que se encargó de rehabilitarlo y trasladar los restos del cementerio allí existentes al Cementerio Municipal, hoy el lugar tras su remodelación, se ha convertido es un bonito exponente que nos han dejado nuestros ancestros.
Cuando cesaron hace muchos años ya las actividades en la ermita, el esquilón que estaba colocado en la espadaña, fue trasladado a la Iglesia Parroquial del Mártir Señor San Blas, es precisamente el que se encuentra en la torre-campanario en el lado que mira a la antigua Ermita de los Mártires.
El viajero tuvo ocasión de examinarlo con motivo de su bajada del lugar donde se halla con el objeto de ser reparado por presentar ciertos desperfecto, por eso sabe que su peso asciende a unos 50 kilos, tiene 40 cms. de diámetro y es de corta envergadura. En el cuerpo de este esquilón tiene grabado lo siguiente: “SIENDO MAYORDOMO DE FÁBRICA DON SEBASTIÁN VILLAR. AÑO 1877”
Son datos curiosos que merecen ser conocidos por los salvaterreños.
20 de agosto de 2015