Durante estos días de verano, el viajero se encuentra pasando sus “vacaciones” en su pueblo de Salvatierra de los Barros; todos los años hace lo mismo, huye del bullicio de la ciudad donde reside y deja los coches que circulen por sus calle y el calor como dueño del piso, todo ello lo cambia por el aire limpio, por el clima más fresco, por la tranquilidad y el bienestar que recibe en el pueblo donde se entretiene paseando por sus calles y por sus campos, habla con unos y con otros y de esta forma se siente feliz.
El tiempo en Salvatierra se detiene más que en la ciudad, aunque los que contamos ya con bastantes años a las costillas el tiempo se diluye, se escapa, se evapora, ello no es óbice para que lo entretengamos en conversaciones en la Plaza o en el Atrio, disfrutando con esas charlas con los vecinos en las que siempre salen a relucir historias y anécdotas de otros tiempos, con el rato en los veladores de la plaza tomando café o durante las horas nocturnas tomando una cerveza en animada charla con los amigos, con estas cosas sencillas el viajero se siente a gusto…
En la fotografía que hoy aparece el viajero se encuentra con sus dos nietas: Ana la mayor y Natalia la más pequeña, vinieron desde su pueblo a visitar a los abuelos y aprovechando los medios técnicos de los que ahora disfrutamos el padre de las niñas, mi hijo, nos retrató…
25 de agosto de 2015