Hoy el viajero siente una gran satisfacción al referirse a una de las personas más carismáticas de Salvatierra de los Barros, ANTONIO CHINARRO SALAS, al que todos conocíamos por Antón, no por menos fue un buen amigo de esta persona, con la que pasó unos buenos ratos, esos ratos de taberna durante los cuales el tiempo transcurre sin darnos cuenta, entretenidos y escuchando sus mil y una anécdotas.
Antonio Chinarro nació en Salvatierra de los Barros allá por el año 1929, nos dejó en el año 2006.
Toda su vida la dedicó a la venta de los cacharros que los alfareros hacen en Salvatierra, recorrió andando infinidad de caminos para venderlos, conoció todas las capitales del Reino de España, no había una ciudad en la que no diera norte y detalles de la misma; Antón poseía una buena cultura, aprendida en la enciclopedia de la vida y de la experiencia adquirida y vivida por el trato con infinidad de personas.
Era un hombre muy pulcro, de presencia bien cuidada y muy educado, de conversación pausada y grave, sin estridencias, en definitiva, daba gusto echar un rato con él.
Estuvo casado con María Monge, de cuyo matrimonio tuvieron seis hijos, uno fallecido, y todos varones, muy trabajadores y excelentes personas, tuvieron buen maestro: su padre Antón.
La fotografía en la que está reflejado, fue tomada frente al “Bar Mérida” sito en el Paseo Marítimo de Palma de Mallorca, allá por el año 1970, dedicado a lo que sabía hacer: vendiendo cacharros, con su borrico.
Por su forma de ser, por llevar el nombre de Salvatierra por toda España y por muchas cualidades más, lo hemos incluido en el catálogo de “personas singulares de Salvatierra de los Barros”.
25 de septiembre de 2015