Todos sabemos que la Iglesia Católica celebra la festividad del Corpus Christi como homenaje a la Eucaristía y que en ese día de fiesta tenían lugar las Primeras comuniones de los niños en Salvatierra de los Barros y en general en todos los pueblos.
La fiesta del Corpus tiene lugar 60 días después del Domingo de Resurrección, en jueves, ahora ya no, hace ya bastantes años que se ha trasladado al domingo siguiente con el objeto de adaptarlo al calendario laboral.
Decimos esto para hacer referencia a la antigua costumbre de celebrar la Primera Comunión de los niños y niñas de nuestro pueblo el Día del Señor como también se le llama a esta fiesta eucarística.
La Primera Comunión es un acto que a ningún niño se le olvidará durante todo el transcurso de su vida, que imperecedero en la memoria.
Por entonces a los niños de la época los preparaban en las mismas escuelas sus maestros/as, de cuando en cuando el sacerdote se presentaba por el aula interesándose por la marcha y los progresos de los aspirantes.
La escasez de medios económicos en la década de los 40 y siguientes, no permitía muchos lujos había que escatimar gastos en trajes, banquetes etc., entonces todo era mucho más humilde, aunque hubiera algunas excepciones lógicamente.
Cuando finalizaba la Misa se llevaba a cabo la procesión por las calles del pueblo que se encontraban muy engalanadas para la ocasión, terminada la misma era costumbre ofrecerles a todos los niños y niñas de la Primera Comunión un desayuno a base de chocolate y churros a cargo del Ayuntamiento.
Después, de la mano de nuestras madres los niños y niñas eran llevados a las casas de los familiares, amigos, conocidos, etc. para visitarlos con motivo de tan feliz acontecimiento, entregando como recuerdo de haber recibido “el pan de los ángeles”, o “hoy es el día más feliz de mi vida”, una estampita, a cambio no faltaba una pequeña propina en dinero.
En la fotografía se muestra a un grupo de niños de Salvatierra de los Barros que hicieron su comunión allá por el año 1963, muchos años después de los de nuestra generación, ya habían cambiado los tiempos y la mejora en los trajes era manifiesta, en el centro del grupo vemos al que fuera por aquellos años el párroco de Salvatierra de los Barros el sacerdote Don Juan Robles Febré que ya se ha marchado de entre nosotros.
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