Hoy no nos vamos a referir en este muro como viene siendo habitual diariamente a los usos y costumbres de nuestro pueblo Salvatierra de los Barros; pero sí que lo vamos a hacer a algo que recientemente hemos celebrado dentro de las actividades del verano de 2013 como son las III JORNADAS DEL VINO-VITIVINICULTURA EN FEMENINO, que han sido organizadas por la Asociación Cultural “Amigos de Salvatierra” conjuntamente con el Museo de las Ciencias del Vino de Almendralejo y que han tenido como objeto impulsar y poner en valor el vino de nuestro pueblo Salvatierra de los Barros que goza de reconocida fama.

Durante las jornadas se habló mucho y bien del vino por expertas mujeres vinculadas a este mundo, por eminentes mujeres que dedican su vida profesional a la enología e investigación desde destacados lugares en dicho ámbito.

Los “amigos de Salvatierra”  quisieron este año además destacar el vino local y para ello convocaron el I CONCURSO DE VINOS ARTESANOS, o sea, vinos de pitarra que en el pueblo aunque cada vez menos se sigue la tradición de hacerlo dentro de las bodegas de las casas por el sólo placer de hacerlo para consumo familiar y de amigos, obteniendo unos caldos que han dado fama al pueblo y que han llegado a figurar en los mapas gastronómicos de España.

Las mujeres afortunadamente están actualmente en todos los estratos de la sociedad, ellas han sido las protagonistas, las que nos han ofrecido para nuestro deleite e ilustración durante el transcurso de estas III Jornadas una Mesa Redonda relativa a ”Las Mujeres y el Vino”,  tres conferencias: “El color y el aroma del vino. Influencia de la tierra y el hombre”; “El vino: un alimento saludable” y “Hablemos del vino”. Asimismo nos han enseñado a apreciar el color, el aroma y el sabor de este preciado líquido con un curso básico de cata de vinos y por último un Jurado compuesto por grandes entendidos en la materia ha concedido sendos primeros premios en vino tinto y blanco, y un segundo y un tercero en vino tinto, todos elaborados con uvas autóctonas en las oscuras bodegas de las casas de nuestro pueblo.

La fotografía nos muestra una botella del Museo de las Ciencias del Vino, en esta ocasión una botella de vino blanco que alguien ha descorchado en la semipenumbra de su casa para preservarse del calor del verano y disponerse a tomar con placidez una copita de este excelente caldo acompañada de un fresquito picadillo de tomate.