Nos referimos de nuevo a nuestra tradición alfarera y para ello sacamos esta estampa tan antigua que hemos encontrado y rescatado de un recorte de periódico de principios del siglo XX; en ella vemos a un grupo de alfareros de nuestro pueblo Salvatierra de los Barros que se han prestado a fotografiarse para la prensa, en el pie de foto leemos: “Estos trabajadores extremeños, que se obstinan heroicamente en mantener su condición de artesanos en el siglo de Ford…”, ya ha pasado tiempo desde entonces y el oficio artesano del alfarero persiste, desde luego, con muchas variantes desde entonces hasta ahora, pues aunque el trabajo todavía resulte sacrificado es mucho más llevadero.

El sistema de trabajo es totalmente diferente como puede ser el torno o rueda de palo que estos artesanos utilizaban que ha sido sustituido por el que actualmente utilizan accionado con un motor eléctrico.

El “colijo” (mezclar con agua la arcilla) para obtener el barro que utilizan para la fabricación de los cacharros, que aunque algunos aún conservan la tradición de hacerlo manualmente, otros lo obtienen batiéndolo con sistemas eléctricos.

Empellar o amasar el mismo barro, actualmente lo hacen con máquinas que mueve la electricidad; las mismas vasijas que hacen aunque entonces algunas (muy pocas), sirvieran de ornato la mayoría de las que ellos fabricaban eran utilizadas en los menesteres del hogar, en fin, los tiempos lógicamente han cambiado y por consiguiente los sistemas del trabajo que son más llevaderos, pero para el que esto escribe lo más significativo es la ropa de trabajo que todos ellos usaban durante su faena, la antigua blusa o “anguarina” (así la llamaban) confeccionada en dril de color azul oscuro y que hasta hace no muchos años los clásicos y viejos alfareros la venían utilizando hasta después de mediados del pasado siglo.

Es una estampa histórica de la tradicional alfarería de Salvatierra de los Barros.