En esta ocasión mostramos una imagen de uno de los muchos hornos que los alfareros de Salvatierra de los Barros utilizan, bueno, utilizaban para cocer los cacharros que pacientemente van haciendo en el torno o rueda.

La foto nos muestra el interior de uno de esos hornos en el que el alfarero va colocando los cacharros conforme los mismos se encuentran bien secos y a propósito para su cocido.

Los alfareros llaman a estos hornos morunos, al relleno del horno los artesanos le llaman “enjornar”, o sea enhornar, las piezas las colocan meticulosamente de forma tal que no queda un solo resquicio sin rellenar, es una técnica muy rigurosa, cada pieza tiene asignado un lugar concreto, así las piezas más bastas van cerca de los fogones y las delicadas más alejadas con el fin de no quemarlas excesivamente.

Llenado el horno se cierra con el “tasquil” o pared de adobes con la que cierran la puerta del horno dejando un hueco en la parte superior para vigilar el proceso de cocción.

Normalmente el cocijo se empieza de noche, poco a poco se va alimentando con leña para que paulatinamente se vaya calentando. Se sabe que ha terminado el proceso cuando las piezas están al rojo vivo lo que verifican por la abertura del tasquil.

Luego, el alfarero procederá a retirar la leña incandescente que se encuentra en la parte interior de la caldera dejando que se vaya enfriando para luego proceder a “desenjornar”.

Quedan en el pueblo pocos alfareros que cuezan sus cacharros de esta forma tradicional, ahora la mayoría de los artesanos utilizan hornos que funcionan mediante gas butano, gasoil o electricidad.