Siempre es un placer pasear y recorrer el pueblo y fijarnos en los detalles que nos rodean durante el transcurso del recorrido por las calles; haciéndolo por la calleja del Coso de nuestro pueblo Salvatierra de los Barros, nos fijamos en esta antigua puerta falsa que facilita la entrada a un local.
Como ahora casi todo el mundo va provisto de una cámara fotografía aprovecha la ocasión para plasmar en imágenes todo aquello que considera de interés.
El paseante se para a mirar detenidamente la puerta y piensa que el carpintero a la hora de hacerla no ahorró la colocación de herraje, en este caso de goznes para facilitar el abrir y cerrar las hojas de esta puerta: cinco a cada lado; la puerta se conserva en buen estado a pesar de que la madera nunca ha visto la pintura, el que esto escribe la encuentra interesante y bonita, comprueba que lo único moderno que halla entre sus elementos es la cerradura que está colocada en su postigo que se abre mediante llavín, suponemos que en su tiempo tuviera una gran llave de hierro fabricada por algún herrero.
Pero lo que más destaca en su conjunto son las cuatro herraduras de distintos tamaños, tres clavadas en la hoja de la derecha y una en la izquierda.
Cuentan que estas herraduras las colocaban los dueños de las casas en las puertas para protegerse contra los hechizos; cuando eran colocadas con los extremos hacia abajo como ocurre en este caso lo hacía para protegerse de la entrada en las casas de las brujas y del mal; si se ponían los extremos hacía arriba el sortilegio le daría la buena suerte. Según estas creencias las herraduras de los burros protegen y dan más suerte que las de los otros solípedos, puede que en este caso no sea ni una cosa ni la otra sino que simplemente las hayan colocado como adorno.
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