Hasta las manos de este comentarista ha llegado esta bonita fotografía que nos muestra a un campesino dedicado a la tarea de cribar el grano en la era.
No reconocemos a la persona reflejada en la misma, pero la foto nos da pie para comentar que esta figura allá por los años 50 o 60 era muy corriente verla durante la época veraniega en la Era López terrenos propiedad del Ayuntamiento y muy cercanos al pueblo. La mayoría de los labradores de nuestro pueblo de Salvatierra de los Barros se trasladaban allí y tomaban un pequeño espacio de esta era para instalar en él la modesta cosecha de cereales que recientemente habían segado para proceder a su trilla, o sea, la separación del grano de la paja.
Allí veíamos las “jacinas” o conjunto de haces de cereales que habían segado o los mismos haces extendidos en la era particular de cada uno que eran pisoteados por una caballería a la que su dueño estimulaba para que diera vueltas y mas vueltas alrededor de un círculo -la era-, para quebrantar la mies y separar el grano de la paja.
Otra secuencia de esta tarea consistía una vez trillados los haces en aventar con el bielgo tanto el grano como la paja y aprovechando el aire alejarla y separarla del grano, o ésta misma faena que realiza este campesino de cribar el grano para eliminar definitivamente los fragmentos de paja y otras impurezas que pudieran haber quedado en los cereales ya limpios. Tareas agrícolas que a los de más edad se nos han quedado impresas en la retina.
Estampas que con el adelanto y el progreso ya han desaparecido, estas labores actualmente las hacen las máquinas, actualmente en nuestro término ya no se siembra y aunque se quisiera no se podría puesto que el terreno accidentado del mismo no facilita la labor de estas máquinas. También afortunadamente ha desaparecido esta figura del humilde labrador con sus pantalones de pana parcheados, prenda de la que de su primitiva confección sólo ha quedado la parte superior que ha recibido menos roces y ha resistido más los embates del uso, las perneras, las culeras y el resto son parches sobre parche.
Vaya nuestra admiración, nuestro respeto y nuestro cariño hacia estos hombres humildes y sacrificados.
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