Paseando por nuestro pueblo Salvatierra de los Barros, nos fijamos que proliferan por doquier las grandes puertas que permiten la entrada en las casas hacia el patio y otras que dan entrada a los garajes y a las grandes naves. Podemos comprobar que muchas de aquellas que había de madera casi han desaparecido, eran por las que entraban las caballerías en las cuadras o para acceder a los patios o corrales de las casas. Estas puertas han sido sustituidas por otras fabricadas en hierro de amplias proporciones con el objeto de poder permitir la entrada de los coches, tractores, e incluso camiones. Las hay muy diferentes y con distintos sistemas de cierre: tipo cremallera, de raíles e incluso de cierre electrónicos, cierre a distancia, etc.
Hoy nos vamos a referir a las viejas puertas de madera como la que mostramos en la fotografía que debido a los adelantos tecnológicos fueron mandadas a retirar por sus dueños para ser sustituidas por las que anteriormente hemos hecho mención.
Esta puerta que hoy enseñamos se encuentra en la calle Cañito de nuestro pueblo Salvatierra de los Barros la cual permite la entrada a un edificio en el que existe una cuadra y otras dependencias anejas a la misma. A bote pronto podemos decir que esta puerta puede tener más de cien años y como se puede comprobar no ha recibido cuidado alguno desde que fuera hecha por el carpintero de lo que se deduce que las tablas con las que fue fabricada eran de una gran calidad de hay su perfecta conservación a pesar de los años transcurridos.
Vemos la parte interior, la hoja de la derecha está dotada de un tranco que ese grueso taco de madera que gira a través de un eje lo que le permite a su propietario cerrar o atrancar esta puerta. El tranco se coloca a través de una hendidura que tiene practicada en una pieza de hierro situada en la hoja izquierda, luego este cierre queda asegurado con un palo que se introduce en el agujero de dicha pieza metálica.
El postigo que vemos abierto está dotado de una cerradura (todavía tiene la primitiva) que se “fecha” -así se decía antes- se cierra, con una llave de hierro de unas proporciones mayores que los actuales llavines.
Costumbre y usos entrañables y casi desaparecidos, puede que este sistema de cerrar no ofrezca la seguridad que permiten los adelantos actuales pero que ahí quedan como recuerdos nostálgicos del pasado.
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