Hoy vamos de recuerdos y para ello sacamos a la luz esta fotografía que ya tiene varios años, corresponde a uno de los rincones de la Plaza de España de nuestro pueblo, un lugar muy frecuentado por los vecinos especialmente durante la época de verano, es un lugar privilegiado por el fresco que allí se puede disfrutar durante los tórridos días de la estación estival, en este lugar los mayores se sientan en los bancos que allí tiene instalados el Ayuntamiento a conversar y dejar transcurrir plácidamente las mañanas hasta la hora en que el sol hace su aparición.

En la fotografía mostramos el ya desaparecido comercio de ultramarinos de Ignacio Caro Chinarro, Ignacio Perra le decían, -era un establecimiento de coloniales, antes se les decía así a los comercio de comestibles-, pequeñito, en el que las amas de casa podían proveerse de casi todo, “voy an c’a Ignacio” decían, expresándose de esa manera peculiar que es la característica de los extremeños de estos lares, pues en este pequeño pero gran comercio había de todo. Largos años estuvo ubicado este negocio en el lugar, luego desapareció tras la muerte de su titular. Todos los días del año sin excepción abría al público y entre los artículos alimenticios que Ignacio vendía destacaba según las amas de casa su exquisito bacalao y jamón de york, además fue estanco y punto de venta de periódicos.

Los de nuestra generación recordamos que este establecimiento anteriormente fue taberna, luego el señó Juan “Perra” y su esposa, padres de Ignacio fueron los fundadores de este comercio tan emblemático “CASA IGNACIO”, un establecimiento modesto con ínfulas de supermercado.

La “Casa Ignacio” sigue en la calle Don Lope un establecimiento más amplio pero con las mismas costumbres, lo regenta Miguel Ángel, hijo de Ignacio Caro.