Hoy tenemos nuevamente la ocasión -y no será la última-, de poder admirar la inconmensurable y magnífica fortaleza que es el castillo de nuestro pueblo Salvatierra de los Barros.

La imagen nos ofrece los torreones y las murallas situados a las traseras del mismo, es esta una parte de nuestro castillo que no es muy frecuentada por los visitantes al mismo, el acceso desde luego, no es muy fácil se trata de un espacio áspero y lleno de maleza, el lugar idóneo para la ubicación de estas fortalezas y que pensamos fue escogido expresamente para la autodefensa del edificio.

Desde esta perspectiva vemos un paisaje agreste, con muchísima pendiente, un lugar que es un tanto difícil e inaccesible con pretendido objeto de impedir en lo posible los ataques de los supuestos enemigos de los habitantes del castillo. Las murallas son sólidas y altas y sus torreones están dotados de unas aspilleras o aberturas largas y estrechas que facilitaba además de la visión por parte de los defensores de la fortaleza disparar a través de ellas.

Vamos a incidir nuevamente en la historia del mismo, creemos que es bueno, fue mandado construir por Alfonso IX de León hacia 1190 y fue propiedad la Corona leonesa hasta 1444. Juan II lo donó al Marqués de Villena, pasa de la Orden de Alcántara al condado de Feria a sus titulares los Suárez de Figueroa, en S. XVII a la Casa de Medinaceli y de ésta a manos de particulares donde comenzó su ruina y gran deterioro.

Desde 1972 obra en manos de ciudadanos ingleses que lo reconstruyeron en parte y a pesar de ser un gran reclamo turístico no podemos visitar su interior.