A Pepe Fernández todo el pueblo de Salvatierra de los Barros le conoce, se ha pasado toda su vida detrás del mostrador atendiendo a los clientes que a su comercio llegaban para proveerse bien fuera de una punta, un repión, hilo de coser, o una pelliza por decir algo.
Desde muy pequeño trabajó con su padre el señó Benito Fernández y su hermano Francisco en el comercio propiedad del primero situado en la Plaza del Atrio. Era este un comercio en el que los vecinos del pueblo podían surtirse desde cortes de trajes, pellizas o cualquier otra prenda de confección, como de enseres de cama, mantas o sábanas, adquirir artículos de alimentación, de ferretería, calzado, y hasta ataúdes, en fin de todo, esa es la ventaja de vivir en un pueblo de aquellos años en los que los comercios no estaban especializados en la venta de artículos concretos pero sí que estaba surtido de todo.
Al fallecer su padre Pepe continuó con su hermano Francisco regentando el comercio y a la jubilación de Francisco, Pepe siguió al frente del negocio hasta que le tocó también su jubilación.
En la actualidad Pepe Fernández cuenta con 92 años de edad aunque no los aparenta, le notamos algo duro de oído, anda con cierta dificultad por una pequeña complicación que le obliga a llevar una muleta pero que no le impide recorrer a buen paso las calles y visitar algún que otro bar donde se entretiene charlando con los amigos, también le vemos haciendo algún recado, “mandados” le decimos por aquí, por encargo de su esposa Juana.
Debemos decir que es un hombre sumamente correcto y educado y además muy apreciado por todos y siempre con la sonrisa en sus labios, él nos conoce a todos por los motivos apuntados y nosotros lo conocemos a él.
Pepe por sus cualidades personales es otra de las muchas personas singulares de nuestro pueblo.
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